Barroilhet Diez, Agustín

Currículum

  • Estudios
    • Egresado del Colegio del Verbo Divino.
    • Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile. 2004.
      • Tesis de Licenciatura: Financiamiento de la actividad política. Profesor Guía: Ricardo Escobar Calderón.
    • Magíster en Derecho Tributario de la Universidad de Chile. 2010. Distinción máxima
      • Tesis de Magíster: La razonabilidad en la exigencia de la circular n°13 de 25/1/1979 del SII y sus posteriores modificaciones» Profesor Guía: Juan Baraona Sainz.
    • Master en Derecho de la Universidad de Stanford. Estados Unidos. 2011.
    • Doctor en Ciencia del Derecho de la Universidad de Georgetown. Estados Unidos. 2017.
      • Tesis de Doctorado: Como el régimen político determina la regulación del procedimiento. Directora de Tesis: Nan Hunter.
  • Actividades académicas
    • Fue ayudante del profesor José Undurraga Izquierdo.
    • Profesor Asociado de Economía de la Universidad de Chile. 2004 a la fecha.
    • Director en la Escuela de Pregrado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. 2008-2009.
    • Director del Departamento de Derecho Económico de la Universidad de Chile. 2018-2022.
    • Investigador Visitante de la Universidad de Harvard, Estados Unidos.
    • Investigador Visitante de la Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos.
  • Actividades laborales
    • Asociado en el Estudio Jurídico Pérez Donoso. 2005-2007.
    • Asociado en el Estudio Jurídico Valenzuela, Amenábar y Errázuriz. 2008-2009.
    • Abogado en el Estudio Jurídico Bertrand-Galindo, Barrueto, Barroilhet & Cía.
  • Membresías
    • Colegio de Abogados de Chile.

Personalidad

  • En el fondo de la piscina, es bueno, bastante bueno. Incluso suele llegar de buen humor a las clases.
  • Es dueño de un humor mordaz, irónico y negro, de ironías y preguntas capciosas para hacer sentir a sus alumnos unos mediocres.
  • Tiene un «corazón de 23 años», que saca a relucir rara vez, como cuando se fue de vacaciones a Alemania y programó un sinfín de clases extras en la tarde. Sin embargo, de vuelta le trajo chocolates Toblerones a toda la clase y contó su viaje.
  • Es buen docente, suele generar malas sensaciones al presentar la cruda visión del economista, pero en realidad entrega conocimiento completísimo sobre el área de la economía, o al menos lo máximo que se puede aprender en estas cátedras.
  • Es una figura polarizante: quienes tienes un interés real por la economía lo aman, todos los demás lo odian porque lo encuentran carga y muy exigente. La verdad de las cosas es que si te interesa la economía y estás dispuesto a hacer lo necesario para seguirle el ritmo, es sin duda una de las mejores opciones para tu primer año, sobre todo considerando que en la actualidad un abogado que no maneja al menos nociones básicas de economía está privado de herramientas elementales para entender la sociedad (y para manejar los gordos fajos de billetes que vienen asociados al ejercicio de la profesión).
  • Si bien es bastante matemático, sus clases son bastante llevaderas, el es muy simpático, explica bien las ideas y no tiene problemas con resolverte dudas dentro y fuera de la sala de clases.
  • Es serio.
  • Si bien sus clases tienden a ser rápidas, el profesor se preocupa de que entendamos la materia, es un gran profesor.
  • En un inicio puede parecer rudo, pero con el tiempo te vas acostumbrando y se le va agarrando cariño.

Sus Clases

  • Tiene matemáticas y difíciles de comprender.
  • Tienen esa influencia que tiene todo profesor que estudia en una universidad gringa.
  • A pesar de ser medio rápido para explicar, se da el tiempo de responder todas las dudas (todas las veces que sean necesarias, y si la materia es complicada, hace repasos al iniciar las clases), es responsable (siempre llega temprano, avisa si no irá, las notas están listas en un tiempo prudente), también le da un enfoque más matemático y aplicable a la vida cotidiana a las clases.
  • Es la onda matemática de la economía, a diferencia de Reyes y Hurtado que hay que tener una comprensión y memoria cabal de la materia más que números.
  • En general, se aprende, aunque es cierto que explica apresurado y de forma enredada, aparte todos tienen miedo de preguntar por su humor irónico, pero pregunta no más.
  • Explica apresurado y de forma enredada, aparte todos tienen miedo de preguntar por su humor descalificador e imprudente y las notas son un tanto bajas. Si eres «masoquista» tómalo. También si quieres aprender economía como corresponde.
  • Una experiencia realmente ambigua. Es de sentimientos encontrados: a veces lo encuentras el profe-choro joven de microeconomía, y a veces lo odias (o siempre lo odias) por exigente y porque no se le entiende nada cuando pasa la materia. (Se le entiende sólo si te mantienes atento todo el rato, además pregunta si alguien no entendió, si no entienden en general a la otra clase repite la materia). Los alumnos en general quedan colgados porque va a un ritmo muy rápido, y nadie se atreve a pedirle que explique de nuevo o que vaya más lento, posiblemente por su aura maligna de neoliberal sin remedio.
  • Respecto al comentario, pregunten si no entienden algo, no se queden con prejuicios respecto de los profesores o cosas que no son reales.
  • Por suerte tiene a sus ayudantes, secos y con muchísima paciencia para explicar todo mil y una vez antes de las pruebas para que podamos entender y darnos cuenta que todo era mucho más simple y que Barroilhet lo hizo más complicado.
  • También le gusta recalcar nuestra matemática deficiente de octavo básico y demostrarnos desde el primer momento que la economía que te pasan en el colegio no te sirve de nada para microeconomía en la universidad, bueno, prácticamente ya no se pasa economía en el colegio.
  • Todas las clases comenta algún tema de contingencia económica nacional, le interesa saber qué opinamos, y de qué modo podemos aplicar la materia a la vida. Él mismo lo dice, espera que nos sirva para nuestra vida.
  • Se aprovechan al máximo si llevas el syllabus al día, lo que no es muy difícil considerando que los manuales de economía (micro y macro) no son tan densos en comparación a los materiales de otros cursos de primer año. Una leída al capítulo del Pindyck o del SyL que contiene la materia que se verá en clases es lo mejor que puedes hacer para no perderte con las explicaciones del profe.
  • A medida que pasan los años, dicen que se ha vuelto más simpático, más «humano», y en realidad si se ha notado eso, hace lo posible por tener una llegada buena con los alumnos, fomenta el estudio en todo momento.
  • Tiene competencias de sobra para hacer sus clases, es muy buen economista para lo que ofrece esta facultad.
  • Sus clases son bastante rápidas y a veces cuesta seguirle el ritmo, pero si te esfuerzas aprenderás demasiado.

Evaluaciones

  • De verdadero y falso que abarcan la totalidad de materia, algo capciosos, pero nunca injustos, además de ejercicios, tablas y comprensión de textos de lectura. Usa escala relativa, corrige muy rápido, y da la pauta de la prueba en clases.
  • Dicen que raja por estadística, una vez confesó que alteraba las escalas para reprobar al 20% del curso, pero no es cierto.
  • Utiliza una plataforma en la cual tiene cientos de preguntas de las cuales puede ser que seas el único de tu curso que le toque alguna pregunta ya que las preguntas son completamente al azar
  • Los exámenes son variados. Si tienes bajo cuatro antes del examen te da la posibilidad de hacer un trabajo recuperativo.
  • En regulación de mercado la prueba fue de preguntas de desarrollo que abarcaban la materia pero todo en conformidad con una ley y textos que dio en el mismo momento los cuales eran bien extensos.
  • Las notas en regulación de mercado van desde la nota minima a la máxima pero la gran mayoría tiene alrededor de un 4

Exámenes de Grado

  • Testimonio 1: Es simpático en todo momento, presta atención cuando uno expone y va anotando cosas a medida que uno habla y caché que es porque pregunta sobre cosas que uno va mencionando en la exposición. Sobre sus preguntas, no me preguntó nada de la ley específicamente, partió preguntando por conceptos que están en la ley pero se fue por el lado de demostrar si uno sabe lo que está definido más que aprenderse el artículo de memoria (no obstante de que saberse las definiciones legales siempre es una buena base), por ejemplo: concepto de relación de consumo tradicional vs moderno, contrato de adhesión cuál es su rasgo distintivo. Luego de eso entró a mi caso propiamente tal y apuntó a la reflexión, por ejemplo: sabe los puntos fuertes de su caso? Cuales son los puntos débiles de su argumento? Cuénteme si Sernac hizo algo en este caso y si ello tuvo alguna utilidad, Cambiemos el foco y piense que usted es el proveedor ¿qué podría haber hecho con anterioridad para evitar que se produjera esta polémica y el problema que usted presenta? Más allá de la ley y desde una perspectiva económica ¿puede haber una cláusula abusiva en un mercado ampliamente competitivo? ¿Es el mismo criterio que para un mercado monopólico?. Esta última pregunta fue un poco intimidante pero la verdad el profe no buscó hablar de teoría económica, sino en esa parte del examen hablamos de cómo a veces no es necesario entrar a todo un debate de derecho del consumidor cuando simplemente puedes optar por otro proveedor y dejar que el mercado se regule solo (al profe le encanta esa perspectiva).
  • Testimonio 2: Siguió mi cédula y me preguntó respecto a qué grupo dentro de la ley del consumidor tenían un estatuto especial (pymes) y lo demás fueron preguntas más de desarrollo y de pensar sobre el tema que propuse.

Recomendaciones

  • Si eres «masoquista» tómalo, a él le gustan esos alumnos.
  • Idealmente ir a clases ya que ahi explica todo y los textos que manda son solo un complemento de las clases para profundizar en algún tema

Datos Freak

  • Ingresó como estudiante en 1996.
  • Pierino Perazzo lo trataba mal.
  • Se parece al actor José Martínez.
  • Domina el castellano nativo e inglés.
  • Se parece a Snoopy, por eso no lo odies.
  • Fue director de la Revista Derecho y Humanidades.
  • Es nieto de Sergio Díez, sí, el antiguo senador de RN.
  • Aparece en la Guía del Gran Vitoko con el número 601.
  • Es de lo más sexy que tiene esta Facultad llena de ñoños.
  • Se dice que cuando aún estaba estudiando derecho era Opus Dei.
  • Tiene grupo de fans en Facebook. Y ¡cómo no!, si es lo más mino del mundo.
  • El peak de sus clases es cuando llega sin corbata y con el pelo algo desordenado.
  • Tiene «tics» como tocarse el pelo o arreglarse el botón de los puños de la camisa.
  • Le pidió disculpas a una de las alumnas del «fan de Barroilhet» por haber «escupido».
  • Se le queda pegada una burbuja de saliva entre los labios, la que oscila mientras habla.
  • Le encanta reírse con el sufrimiento ajeno, cada vez que tienes una mala nota, te mira y pone cara de placer.
  • Para la toma del 2009, lo secuestraron, mejor dicho lo rodearon, para que pasara las llaves del edificio. El no las tenía.
  • La mala noticia para sus admiradoras -y alguno que otro admirador- es que a sus alumnos de Macroeconomía 2009 confirmó su matrimonio.
  • Empezando una de las primeras clases de microeconomía del año 2020 (zoom), un compañero puso por el chat “Como le baila?” para saludarlo, a lo cual el profesor respondió con echarlo de la sesión.
  • Estudió en la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile por siete semestres, simultáneamente con la carrera de Derecho, hasta que ya la sobre exigencia resultó nociva.
  • En la clase siguiente a la elección de Roberto Nahum como decano llegó con una sonrisa enorme en la cara y después dijo que la monarquía absoluta era mejor que la democracia para que los estudiantes estuviéramos «tranquilos».
  • Se doctoró en la misma universidad (Universidad de Georgetown) a la que pertenecía el famoso father Karras, que le practica un exorcismo a Regan en la película «El Exorcista». Queda la duda de si también le practicó un exorcismo a Agustín o si este se fue de Washington sin exorcizar.
  • Cuentan que en una clase de macroeconomía 2008, estaba hablando tan entusiasmado que en un momento escupió una alumna que esta sentada en la primera fila, al principio nadie se dió cuenta hasta que el mismo dijo «señorita, perdón la escupí», cosa que causo mucha risa entre sus alumnos y para volver al tema tuvo que esperar varios minutos.
  • Destaca por su creencia casi religiosa en el mercado perfecto, el sistema liberal, el óptimo de Pareto y por creer que Adam Smith es el segundo Jesucristo. También por sus ejemplos respectivos a la economía planificada de mercado, por sus descripciones caricaturizadas de los sectores «populares», por no decir discriminador con la gente de escasos recursos y por sus lecturas extremadamente interesantes que nos hace leer para sus pruebas.
  • Para el examen de micro el 2009 estábamos súper nerviosos y Barroilhet no llegaba nunca a la sala. Pasados sus buenos minutos entró, con su conocidísimo sombrero y con su sonrisita malvada, dejó los exámenes de un golpe en la mesa, se paró al centro de la sala 12 y nos miraba no más, riéndose y todos más nerviosos aún -nótese que la mayoría se presentaba con una nota bastante marginal. Después de varios minutos dice «Amo sus caras en estos momentos, esto es impagable, ya! para inmortalizar el momento les voy a sacar una foto -saca su celular- ya señores, sonríele a la camarita». Luego de eso algunos se reían, otros se quedaron plop y otros estaban enfurecidos.
  • Un dia de otoño (2024) llegó a la sala de introducción a la economía con mucho frío, ya que la sala no estaba con calefacción y era un dia bastante helado, por ende lo que hizo fue pedirle a los encargados que le subieran una estufa de gas y además le pidió la chaqueta a un alumno que estaba sentado al frente, este aceptó y se la pasó y el profesor impartió toda la clase con la chaqueta del compañero recalcando la comodidad del abrigo. Al finalizar la clase se la devolvió y se fue. El compañero se sincera con el redactor de este dato afirmando: «Después de eso nunca más la lavé».

Frases Típicas

  • «Ese es el caso de la escases, o ¿escaces?, ¿escacez? Da lo mismo, disculpen si no lo sé, pero nunca la he sufrido».
  • «Mire señor».
  • «Dígame profesor».
  • «Eso de la economía centralmente planificada no puede llamársele sistema económico».
  • «Y bueno, hay algunos que quieren quitarle plata a los pobres y dársela a los ricos».
  • «Yo siempre he sido de la teoría de que».
  • «Yo pude comprobar la Teoría de Libre Mercado, cambiándome de empresa de cable muchas veces, de hecho, me cambie siete veces en seis años y siempre ellos salían perdiendo».
  • «El estado no debe preocuparse del Forest Gump, tan sólo del Einstein».
  • «En los países donde se permite el aborto ha disminuido la tasa de pobreza y de delincuencia».
  • «¿Con qué profesor tuvo usted Microeconomía? ¡Araneda! ¿Y cómo nadie le avisó?».
  • «Me quise comprar un departamento de 60 millones».
  • «¿Se acuerdan de la ecuación de la recta?».
  • «Me gusta inventar ejercicios simpáticos».
  • «A veces me baja lo del profesor joven, y quiero pasarles toda la materia».
  • «Cuando tenga 55 años, voy a ser de esos abogados que trabajan cuatro horas y el resto del día voy a estar jugando golf con mis amigos».
  • En referencia a las protestas del estudiantado: «Cuando yo era dirigente, yo arreglé los baños, yo financié el proyector, yo remodelé estas salas, yo respondía por las fiestas, yo tomaba café con el decano».
  • «Hacer esta clase me da lata, de verdad me da lata, es gasto de gobierno, me da lata pasarla, así que si quieren irse vayanse, mientras me respondan «y el gobierno no», todo bien».
  • Sobre el típico problema de quién es el dueño del fruto del árbol que pasa al patio del vecino, nos llenó de su sabiduría: «Todos los vecinos estaban regando la pandereta para que el naranjo les tire un par de manzanas».
  • «Si en la Facultad me pagaran un millón de pesos, me dedico a tiempo completo a la docencia».
  • «A mí me pasó lo contrario cuando llegué a esta Escuela: ¡me discriminaron por ser cuico! ustedes saben, ya que el otro 70% u 80% de los alumnos no lo era. Yo venía a la Universidad con un poncho de lana de Temuco -por mi pasado agricultor- y cuando me veían en los pasillos de la Escuela me gritaban ‘¡Miren, ahí viene el del poncho de Benetton!’. Obviamente con el tiempo, como soy un hombre con tanto estilo, me lo copiaron, y cuando tomaba el metro para ir a mis clases paralelas en la Católica, causaba sensación».
  • Mirando un gráfico de Monopolio Natural y ante nuestra cara de aburrimiento dijo: «¿A nadie le excita tanto como a mi esta cuestión de la regulación de los monopolios?».
  • «Me gusta viajar solo».
  • «Echen a correr el Hamster».
  • «En mi casa no se toma jugo en polvo».
  • «¿Quienes aquí nunca han pisado un H&M?»
  • «El Banco Central no es el hogar de cristo».
  • «Ojalá se vaya la mayor cantidad de gente posible de mi clase».
  • «¿Quién no entiende? ¿Quién no se atreve a decir que no entiende?».
  • «Bueno, hablemos de inflación en países que se puedan llamar países».
  • «Hay dos tipos de proveedores, el que se agacha y el que no se agacha».
  • «Hay que dejar que la economía se prenda, que las señoras hagan jarritos».
  • Explicando la productividad marginal del trabajo : «¿Que prefiere ud? ¿Una trilladora alemana o un trabajador subcontratado de asia que trabaja por un plato de arroz?»
  • «Hable con el profesor Burgos y pida por una cámara para poder conocernos»