Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile. 1971.
Actividades académicas
Profesor Asociado de Derecho Tributario de la Universidad de Chile. 1976-2023.
Membresías
Colegio de Abogados de Chile.
Personalidad
Es un tata bacán y es super tiernito.
Es super ameno, atento, chistoso y no enseña mal.
Es agradable y buena onda en clases, tira ene anécdotas de cualquier cosa.
Te simplifica la vida para pasar el curso, si te presentas con promedio sobre 4,5.
No es buena onda con las personas que tienen problemas de salud, así que no se recomienda en estos casos.
Sus Clases
Es buen profesor.
Pasa lo justo y necesario.
Son bastante entendibles, más aún si vienes a muchas clases.
Ves la materia justa y necesaria para entender tributario en algo.
Con los apuntes y ley basta, y se aprende, no todo, no bastante, pero se aprende.
Es viejito por lo que sus clases son meramente expositivas y dan mucho sueñito.
Se preocupa demasiado en que entiendas la materia, pasa absolutamente lo necesario.
No es mal profesor, pasa la materia muy ordenado, y dice lo que preguntará en sus clases.
Hace comentarios clasistas, pero algunos se divierten y ríen del humor un poco sarcástico del profesor.
Es tributario simple, básicamente código tributario y procedimiento con muy poco de calculo de impuestos.
No es inusual que haya un par de carcajadas en cada clase, frente al modo bien particular de ser y expresarse que tiene el profesor.
El profesor siempre contesta las dudas y no pasa cosas que él encuentra muy complicadas. Lo que si pasa lista y debes ir a varias clases, porque eso parece que tiene relevancia para la nota (por lo que el mismo dice).
Vale la pena hasta la revisión del código tributario e IVA, después te deja botado en Renta y sus ayudantes valen hectáreas de callampa al igual que sus exámenes. Así que no lo recomiendo a menos que puedas estudiar por tu cuenta renta (lo cual es la mitad o mas del curso).
Pasa lo justo y necesario, poco de doctrina y todo de la ley. Pero debes ir a clases y ojala a todas, porque la asistencia pesa mucho con el, de hecho cuando empezó el curso dijo que si teníamos diez y seis asistencias nos tranquilizáramos, porque ya habíamos pasado el curso.
Explica muy bien la primera parte hasta IVA (es monótono y de ánimo bastante variable, pero repite tantas veces que algo se te queda inevitablemente) pero en Renta metió a unos ayudantes y ahí nunca más recuperé el hilo.
Evaluaciones
Las pruebas son en utest; de alternativas y pocas de desarrollo.
No son una sorpresa y el semestre pasado dio un trabajo en el cual podías inflar tu nota hasta en 3 puntos, por ende buenas notas y nadie se lo echó.
Es la opción podría decirse «fácil», porque se enfoca más que nada en el código tributario y pasa renta e IVA con poca profundidad, no hace ejercicios y sus pruebas son de desarrollo.
Le gusta que le respondan de manera breve y precisa, al grano. A los que desarrollan y ponen cosas innecesarias dice que los reprueba por lateros y que les pone en la prueba «Latero».
No son largas ni complejas, pero no hay que confiarse porque es exigente en la corrección.
Se clasifican en escritas y los que lo desean pueden cometer el error o la mala opción de dar la prueba oral.
El examen es oral y raja a pocos, es decir, rajará cuando sea necesario hacerlo.
Da siempre la opción de dar las pruebas orales luego de la fecha escrita, y suele ser más benevolente en ellas; pero te ve la asistencia igual, y si das las dos pruebas orales, lo más probable es que te repita la primera nota en la segunda prueba.
Se demora en dar las notas.
Lagos no es rajón, pasa asistencia solo para beneficiar a los que van y no pregunta ejercicios, solo instituciones, clasificaciones, etc.
Exámenes de Grado
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Recomendaciones
Es la opción más digerible para Tributario si no te gustan las matemáticas y/o no tuviste habilidad con ellas.
Datos Freak
Fue profesor de Gonzalo Winter.
Se burló del junior de su estudio jurídico por no saber pronunciar algunas cosas.
Nunca, jamás en la vida te atrevas a llamar a su oficina, menos ir personalmente, a lo que sea o harás Tributario por segunda vez.
El profesor siempre dice que si te presentas con cuatro, cinco o superior no tienes para qué preocuparte tanto. Sin embargo, no confiarse.
Cuenta la leyenda que un alumno que le hizo caso, al final sacó una nota que ni siquiera le daba para repechaje, así que se consiguió el celular del profesor nadie sabe como lo llama el domingo en la noche porque el examen de rezagados era el lunes, le ruega poder dar el examen, el profesor accede y lo aprueba con un 4, el alumno hasta el día de hoy está saltando en una pata.
La última clase del segundo semestre 2008 mostró su lado más humano y dijo: «En estos ya más de 20 años que llevo haciendo clases me he encontrado con muchos alumnos de los que yo a veces ni me acordaba haberles hecho clases agradeciéndome por lo que les enseñé. Me decían ‘profesor, yo aprendí esto por usted y blabla’… Y qué quieren que les dijera? No tenía nada que decirles pues! Si de algo les sirvieron mis clases, siento haber hecho bien mi trabajo» «Así que si me ven nuevamente por ahí, por lo menos salúdenme!». A propósito de este comentario, contó que tiene la costumbre todos los años de pedirle a la secretaria de su oficina que le imprima la lista de los alumnos a los cuales les hizo clases para ver sus nombres y tratar de aprendérselos, a ver si los vuelve a encontrar otra vez.
Frases Típicas
«Yo soy abogado, no sicólogo».
«Y a qué hace usted acá, viene a puro molestar, le fue bien y vino a regatear una o dos décimas, vine a puro lesear».
«A ti te fue bien malito en la prueba como para andar preguntando exquisiteces».
«¿Y querí que te lo explique en francés también?».
Al comentar que guarda toda boleta por temor a impuestos internos: «Muchachos: he convertido mi vida en un medio probatorio».
«Yo estaba esperando mi devolución, pero me llegó una citación».
Alumno: «Profesor, no puedo darle la prueba oral ni martes ni miércoles ¿Podría ser el lunes?» Profesor: «Podría ser el domingo en la mañana mejor….o el sábado en la noche, vamos a una discoteque y ahí te la tomo»·
«Claro, para obtener IVA le compran camionetas a la señora y para que la tonta no se mate, le compran la tremenda camioneta».
«Yo siempre cuento lo que me pasó una vez hace muchos años: Fui a comer a un restaurante, pedí la cuenta, se demoraron en traerla como ocurre siempre, y finalmente la trajeron y la persona me dijo “mire yo soy el administrador y con cierta vergüenza le tengo que contar que se nos acabaron las boletas y, por tanto, no tenemos boleta”, yo quede sorprendido porque eso es una infracción tributaria y yo le dije “mire eso me sorprende, pero lo comprendo, porque yo no tengo plata, ando con la chequera, pero no tengo cheque, estamos en la misma situación” y el tipo se indignó, pero yo también tenia derecho a molestarme. Así que le deje mis datos, yo soy una persona honrada, así que le dije “cuando usted me mande la boleta, yo le mando el cheque”. Evidentemente esta persona quería vender sin boletas».
» …Y llega la vieja rubia, teñita, en una camioneta 4×4 al mall ¿Para qué? Si la vieja con suerte sabe manejar. Todo pa eludir impuestos del marido».
«Nunca faltan los 4 o 5 chatitos».
«Y después Impuestos Internos se deja caer».
«Si esto del internet es algo maravilloso… ¡Está todo el derecho tributario!».
«La cosa es re sencilla … si tú no tienes cómo calcular tu global complementario, Impuestos Internos te ayuda a hacerlo y te da las fórmulas para calcularlo! Si impuestos internos te facilita la vida, pues hombre!».
Hablando sobre el Art. 17 C. Tributario: «… Por tanto, va a ser necesario llevar contabilidad y contratar a un contador, un ser muy especial que estudió contabilidad en un instituto X y que generalmente son re mentirosos, dilatan las cosas y lo dejan todo para última hora. A mi no me gustan mucho los contadores, pero son necesarios. Hay dos personas que no me gustan: los ingenieros comerciales y los contadores».
Hablando de la fiscalización tributaria: «… En fin, queda sujeto a algo que puede pasar o no puede pasar. De ahí entra a jugar el sistema nervioso del contribuyente: si una persona sabe que lo hizo mal, esa persona todo el tiempo va a estar nerviosa y pendiente porque sabe que lo hizo mal… pero hay gente que no es así, porque hay gente que no tiene plata y que echa mano a los impuestos por necesidad… por ejemplo si la señora del tipo quiere un auto, y el tipo prefiere quedar bien con la señora en vez de quedar bien con impuestos internos, el tipo compra el auto. Son motivaciones de cada uno».
«¿Qué puede pasar? Cuando le dicen a usted que declare y pague, es como si yo les dijera “mire le voy a tomar la interrogación y ustedes pónganse la nota y pónganla en el libro de clase y es mas ustedes mismo mándenlas al departamento de derecho tributario».
«Acá se intentan pasar gatos por liebres. Porque el empresario compra una alfombra persa, un mueble carísimo, un cuadro famoso; o bien está el típico caso del que compra comida a destajo para el pseudo casino de la empresa que no existe y termina comiéndose todo eso él y su familia y terminan todos obesos… todo eso se intenta justificar como gastos necesarios. Por ejemplo, cuando yo veo a una vieja gorda en el jumbo con dos carros pidiendo factura, ahí me doy cuenta altiro que lo quiere acreditar como gastos de la empresa».
«La gente es desobediente, es como el mago Valdivia, le dijeron algo y el pajarón hace otra cosa. Hay gente que es así: no aprende nunca. Cuando llueve, yo veo de mi oficina altiro a la gente vendiendo paraguas y por supuesto no emiten boletas o facturas. Lo mismo pasa con estos señores que venden películas y discos. El SII fiscaliza y controla, pero esta gente es mucha y los fiscalizadores son pocos. Además, estos señores son ágiles y cuesta controlarlos».
«Si yo tuviera que hacer un curso sobre la conducta del chileno en los últimos 50 años yo diría que el chileno es así: no quiere pagar lo que tiene que pagar, porque la primera pregunta que le hacen a uno es cómo pagar menos; pero tampoco quiere no pagar, porque está preocupado de lo que la gente pueda decir o de lo que el SII pueda decir. Es una actitud media: no quiero no pagar, pero quiero pagar menos. Esta conducta se refleja en que el contribuyente al momento de declarar teniendo que declarar $100, declara $80 y esto es posible porque él mismo declara y envía la información al SII».